Los estudios demuestran que es lo que vivimos, no lo que poseemos, lo que nos hace realmente felices.
- Quien tiene un recuerdo, tiene un tesoro. Basar nuestra felicidad en el materialismo y en la necesidad de estar constantemente comprando cosas es negativo para el medio ambiente, y por supuesto, para nosotros también: la felicidad que nos aporta una compra no dura para siempre. En cambio, las experiencias permanecen con nosotros para siempre en forma de recuerdos. Aun cuando la experiencia fue complicada o nos produjo temor, hoy podemos echar la vista atrás con una sensación de logro muy reconfortante.
- Somos lo que vivimos. Las posesiones materiales son caducas y perecederas; nos las pueden arrebatar. Pero las experiencias forman parte de nosotros. Es lo que nos hace ser quien somos. Vivir experiencias que nos llenan, como realizar un voluntariado o dar clases de pintura, nos ayudan a conocernos un poco mejor, y se convierten en valiosas inversiones en nuestro futuro.
- Las experiencias nos hacen crecer. Cada experiencia que acumulamos supone aprendizaje, crecimiento y realización personal, ampliando nuestros horizontes y alimentando nuestras habilidades.
- Compartir es vivir. Vivir cosas junto a otras personas nos une. Desde un paseo por el parque a un café en una terraza o incluso dar clases de baile juntos, son pequeños momentos que crean grandes historias compartidas, fortaleciendo nuestra relación con la otra persona.
- Somos únicos. Resulta tentador compararnos siempre con los demás en función de las posesiones que tenemos, cuando las experiencias, en cambio, tendemos a valorarlas por sí mismas. Al elegir experiencias que realmente nos interesan, estamos aumentando nuestro valor como ente único.
- Nuevas perspectivas. Atreverse a hacer cosas que normalmente no hacemos nos aporta perspectiva diferente y abre nuestra mente, enriqueciéndola. Anímate a dar un paseo por un barrio que aún no conozcas o pide un plato diferente esta vez. Un cambio mínimo puede abrir nuevos caminos.
- Estar presente. Vive cada experiencia desde el momento presente. De este modo, la aprovecharás al máximo y serás capaz de recordarla de manera vívida en el futuro.
«Sé valiente, asume riesgos. ¡Nada puede sustituir la experiencia!. Paulo Coelho»