TIPS PARA MANTENER EL PESO DURANTE LAS VACACIONES

Cuando llega Navidad, verano, algún puente o tenemos unos días libres para desconectar del trabajo, de la rutina y de nuestros quehaceres diarios, la mayoría de veces eso nos lleva a una cambio de hábitos y normalmente, va acompañado de un aumento de peso que va de unos 500 gr hasta 3 o 4 kilos de media. 

Es normal, y todos debemos hacerlo de vez en cuando, darnos un capricho con un postre, unas copitas de vino y unas tapas, un helado…pero debemos saber compensar.

Cuando saltarte la dieta es lo habitual, es cuando empiezas a ganar el peso que tanto te ha costado perder. El efecto rebote no existe, existe el “me cuido y hago las cosas bien” o no.

Lo que les pasa a la mayoría de personas cuando están de vacaciones es que los hábitos que tenían dominados, parece que desaparecen: desorden en el horario de las comidas, más comidas fuera de casa y más copiosas, poco deporte, menos ingesta de agua durante el día, etc.

Aunque estés unos días de vacaciones o de desconexión, es bueno que lleves conectado el modo “cuidarse” y tener presente la siguiente pregunta cada vez que tengas que hacer una elección: “¿esto que me voy a comer o que voy a hacer me hará sentir como me quiero sentir?”. Y así, serás mucho más consciente de las elecciones que haces durante tus vacaciones y te ayudará a no tirar por la borda todo el trabajo hecho durante semanas o meses anteriores.

A continuación vamos a ver algunos tips que podemos poner en práctica para poder mantener nuestros buenos hábitos y nuestro peso, aunque estemos de vacaciones:

  1. El primero y super importante, limitar o evitar el consumo de grasas saturadas, fritos, dulces y bollería. La mayoría sabéis que los dulces, y los carbohidratos tipo pan, arroz, galletas…, producen un aumento rápido de la glucosa en sangre, lo cual a la vez provoca una una liberación rápida de insulina, la cual podríamos denominar como la hormona de engordar. Lo que nos provoca esto es un placer rápido y momentáneo pero para nada saciante, sino todo lo contrario, el aumento de glucosa en sangre de forma brusca nos produce hambre y al poco rato, tendremos ganas de comer otra vez, y normalmente, las elecciones que se harán no serán saludables, siempre querremos más “de algo dulce”.
  2. Escoger bien los aperitivos. Es algo muy normal e instaurado en las vacaciones, sobretodo si las hacemos con amigos, no puede faltar la frase “vamos a tomar algo” o “vamos a hacer el vermut o el aperitivo antes de comer”. Hay opciones muy saludables para tomar como aperitivo, no todo se acaba con las patatas bravas y el típico refresco de cola con gas. Un buen aperitivo podrían ser unos mejillones al vapor, berberechos, calamares a la plancha, pepinillos y aceitunas, jamón acabado de cortar (sin pan), gambas a la plancha…, y para beber, una copa de vino o una cerveza, antes de cualquier bebida azucarada o con gas.
  3. Limitar el consumo de alcohol. Si tomamos algo de vez en cuando que sea una copita de vino o una cerveza. Mejor abstenerse de combinados, los cuales tienen más cantidad de alcohol y acostumbran a ir mezclados con bebidas azucaradas, cosa que les aumentan las calorías.
  4. Se consciente y haz buenas elecciones de tus comidas: Intenta empezar el primer plato siempre con alguna ensalada o alguna crema de verduras. Ten en cuenta que algunas ensaladas llevan salsas que les aportan más calorías de la cuenta y que algunas sopas y cremas van acompañadas de picatostes o pan, obviamente, estos condimentos los deberemos de evitar y escoger siempre el aceite de oliva, el vinagre y las especias como aliño. Como segundo plato, normalmente comeremos carne o pescado, que son las opciones más habituales en los restaurantes, y aquí también evitaremos las salsas, el pan y los fritos. La carne o el pescado siempre mejor a la plancha o al horno y acompañados de verduras salteadas y eliminar las patatas fritas. De postre, la opción más saludable será una pieza de fruta o un yogur natural sin azúcar. Y podemos acabar la comida con una infusión.
  5. Beber 2 litros de agua diarios. Nos va a ayudar a estar bien hidratados, a eliminar toxinas, a ir al baño y a limpiar nuestro organismo. Al agua le podemos añadir algún complemento nutricional que nos ayude con la limpieza, como por ejemplo, té verde o aloe vera.
  6. Si te apetece un helado, siempre es mejor ir a una heladería artesanal y revisar su carta de helados ya que actualmente cada vez es más fácil encontrarse helados y batidos sin lactosa, sin gluten y sin azúcar.
  7. Muévete. Todo el mundo se queja de que no tiene tiempo de hacer ejercicio por culpa del trabajo, los niños, etc, qué mejor momento para hacer deporte cuando uno está de vacaciones y tiene tiempo. Sal a correr, a caminar, a hacer una rutina y unas barras en cualquier playa, o llévate unas cintas y unas pesas y haz la rutina en tu apartamento o en la habitación del hotel, el tiempo en vacaciones no es excusa.
  8. No te saltes las comidas. Lleva siempre en tu bolsa o mochila algo para picar: unos frutos secos crudos sin sal, algo de fruta, barritas de proteínas, yogur natural.
  9. Opta por ir a restaurantes donde haya menú y evita los buffets libres, ya que es más fácil caer en tentaciones. Si no hay ninguna otra opción y acabas en un buffet, ten en cuenta alguno de estos consejos: no vayas comiendo de todo sin control, intenta escoger un primer plato, un segundo y un postre. Dentro de todas las opciones, intenta que el primer plato sea una buena ensalada o un plato de verduras al vapor (evitando los fritos y las salsas), y que en tu segundo plato haya algo de carne o pescado a la plancha. Como guarnición puedes optar si quieres por unas patatas cocidas (no fritas). Intenta no comer pan, pero si lo comes, que sea integral, y de postres, opta por fruta o yogur.

En vacaciones lo ideal es mantenerse, aunque estés en proceso de perder peso y si subes un par de kilos, no pasa nada (2 kilos no son 5, ni 8) a la vuelta vuelves a retomar tu rutina y listo, pero si es verdad que durante las vacaciones, si aplicas estos consejos en la medida de lo posible, te va a ser mucho más sencillo volver a retomar tus hábitos a la vuelta.

Al final, todo es cuestión de prioridades, hay personas que durante las vacaciones se aplican frases como:

  • “Me voy a un Todo Incluido y ahí es imposible no cuidarse”
  • Me voy al pueblo y allí todo son cocidos y comidas familiares
  • Estoy de vacaciones y no quiero estar a dieta 

Por supuesto que las vacaciones son para disfrutarlas, desconectar, descansar, estar con la familia, con tus hijos…, y justamente por eso, es la mejor época para cuidarse, ya que disponemos de tiempo, estamos de buen humor, no estamos estresados, no tenemos obligaciones…, si lo piensas bien, se dan las condiciones perfectas para activar el “modo cuidarse”.